Un reciente estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte, y que además revela que un tercio de las bacterias que hay en nuestras casas y entorno provienen de nuestros propios cuerpos, concluye que las superficies usadas por una persona pueden estar compuestas por piel muerta, ácaros de polvo y sus heces, lo cual repotencializa la formación de bacterias nocivas que desarrollarían enfermedades respiratorias crónicas. Según el artículo: “podemos estar conviviendo con un enemigo común que tiene muchas más bacterias que un nido de chimpancés”: Nuestro colchón.
La publicación estima que, en un hogar estándar, una simple colcha podría albergar cerca de 20.000 ácaros, mientras que un colchón de varios años podría albergar millones de ellos. La diferencia radica en que las sábanas, fundas y colchas tienen una mayor circulación de limpieza puesto que se lavan a menudo, mientras que los colchones, tapetes y muebles no se asean con la misma frecuencia.
Especialistas médicos, neumólogos y alergólogos coinciden en que es clave tratar de mantener al máximo la limpieza y desinfección en el hogar, para disminuir las posibilidades del eventual desarrollo de enfermedades respiratorias silenciosas de las cuales hasta hace poco se desconocía su procedencia.
Con la pandemia ha surgido una significativa corriente por el aseo, y aún más, el microaseo, el cual ha generado una importante conciencia humana por la desinfección integral frente a los muebles, enseres, colchones y tapetes. La demanda del consumidor se ha inclinado hacia los servicios de desinfección y aseo profesionalizados con elementos y máquinas de gran tecnología y potencia, que reduzcan considerablemente las bacterias.
Existen en el mercado varias alternativas, y una de las más conocidas y efectivas para recientemente la lanzó la empresa colombiana Casalimpia, quien ofrece el servicio de lavado de colchones a domicilio utilizando potentes aspiradoras que recogen piel, bacterias y suciedad hasta 30 centímetros debajo de la superficie y limpieza con vapor a alta temperatura que mata ácaros y deja desinfectado el colchón.
El ambiente, el incremento notable de la polución, sobre todo en las grandes ciudades, las mutaciones constantes de los virus y un entorno descuidado, sin duda se convierten en una mezcla letal que aumenta significativamente las posibilidades para desarrollar enfermedades graves y crónicas que impactan directamente en la calidad de vida. La reducción de esas variables ambientales, el cuidado y limpieza permanente de nuestros entornos, y el adecuado lavado de manos y prendas disminuirán notablemente la disposición a desarrollar enfermedades de tipo respiratorio o pulmonares.