Cada día más personas son conscientes de la importancia del cuidado de la piel, pues todo nuestro cuerpo está protegido por este importante órgano que nos sirve como barrera protectora ante el mundo. Sin embargo, la zona del rostro es mucho más delicada que la del resto de nuestro cuerpo, y requiere de un cuidado mucho más especial y minucioso.
¿Por qué es importante seguir un orden en una rutina de cuidado facial?
Disponer de los productos adecuados no es suficiente para el cuidado del rostro. Para que nuestra piel los pueda absorber efectivamente, sacándole todo el partido al producto, es esencial aplicarlos de menor a mayor densidad. Si no hacemos esto, corremos el riesgo de que gran porcentaje del producto sea desperdiciado al no penetrar correctamente.
Haber empezado a preocuparte por la salud de tu pielya es un importante paso así que, si no conoces el orden correcto de una rutina de cuidado facial, no te preocupes, pues te explicaremos todo sobre ello a continuación.
Cabe destacar que la secuencia de pasos en una rutina de skincare aplica para todos los tipos de piel y que esto evitará que tu piel quede demasiado cargada, con sensación de pesadez.
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El orden correcto en una rutina de cuidado facial: DE NOCHE
Contar con una rutina de cuidado facial nocturna te dará tantos beneficios que tu piel te lo agradecerá a corto y largo plazo. Esta consiste en:
- Paso 1: Limpieza
Es fundamental para la salud de la piel proveerle una buena limpieza al terminar el día, no solo para retirar el maquillaje sino para liberarla de todas las impurezas, suciedad, polución y exceso de sebo que se fue adhiriendo a ella durante el día. Aunque a simple vista no lo notemos, estos agentes están ahí.
Si tienes maquillaje, puedes iniciar limpiando la zona de los ojos con un aceite limpiador, ya que esta zona es la más sensible. Para el rostro en su totalidad, lo mejor es retirar la suciedad y el maquillaje con agua micelar que, además de ser de una consistencia sumamente ligera y fresca, ayuda a balancear el pH de la piel, lo que a su vez disminuye la aparición de granitos.
También puedes optar por jabones para rostros, la cosa es que muchos de ellos suelen ser bastante agresivos con la piel. Te recomendamos elegir uno que sea soap free, libre de parabenos e hipoalergénicos.
- Paso 2: Exfoliación
Este es un paso bastante opcional y no puede realizarse más de 1 o 2 veces por semana. Según tus gustos o la recomendación de tu dermatólogo, puedes utilizar exfoliantes mecánicos o químicos. La finalidad de este proceso es retirar las células muertas de la piel y obtener una textura uniforme.
En este momento puedes añadir una mascarilla de limpieza para purificar los poros a fondo, sin embargo, también es un paso muy opcional.
- Paso 3: Tónico
Lo siguiente en el orden correcto de una rutina de cuidado facial es el tónico, producto con una base tan líquida como el agua y componentes antioxidantes y humectantes. Su importancia radica en la hidratación y la regulación del pH de la piel, el cual al estar desbalanceado puede generar rojeces, acné, irritación o resequedad.
Aplica unas cuentas gotas en tus manos y distribúyelo con toques suaves por todo tu rostro.
- Paso 4: Sérum
Los sérums son geles cremosos pero ligeros que contienen sustancias activas muy concentradas; esto le permite a la piel absorber sus nutrientes con facilidad, recibiendo numerosos beneficios como hidratación, firmeza, elasticidad, luminosidad, reparación, suavidad y un efecto antiarrugas.
Solo necesitas unas gotas. Intenta aplicarlo cuando la piel aún siga húmeda por el tónico; esto impulsará su efectividad.
- Paso 5: Contorno de Ojos
Como comentamos anteriormente, esta es la zona más sensible del rostro, por ello requiere de un cuidado más delicado. Aplicar contorno de ojos dos veces al día, recomendado a partir de los 25 años, ayudará a proteger esta zona, fortaleciendo la piel y postergando la aparición de arrugas y líneas de expresión causadas por la edad.
- Paso 6: Crema Hidratante
Este suele ser el producto más denso de la categoría de skincare, es por ello que va de último, de modo que no bloquee la absorción de ningún otro nutriente. Asimismo, funciona para hidratar y sellar todos los productos que nos hemos aplicado anteriormente.
La variedad de cremas hidratantes en el mercado es mucha, por esto debes elegir una que se adecúe a tu tipo de piel y a las necesidades de ésta.
El orden correcto en una rutina de cuidado facial: De día
El orden correcto de una rutina de cuidado facial de día es muy similar al de la noche, pero comprende un paso extra que será indispensable y te salvará la vida. Al igual que la rutina de noche, comprende:
- Paso 1: Limpieza (con agua micelar)
- Paso 2: Exfoliación (en caso de realizarse de noche, ya no hacerlo de mañana)
- Paso 3: Tónico
- Paso 4: Sérum
- Paso 5: Contorno de Ojos
- Paso 6: Crema Hidratante
Pero contiene uno de los elementos más importantes del cuidado de piel en la actualidad.
- Paso 7: Protector Solar
Este es el último paso del orden correcto de una rutina de cuidado facial, aquel que no te puedes saltar por nada del mundo. La incidencia de los rayos del sol sobre la piel puede causar numerosos efectos negativos, desde arrugas prematuras y manchas hasta cáncer. Es por esto que debes proteger tu piel de la agresividad del sol y de todas las radiaciones que generan aparatos electrónicos como celulares, luz artificial o computadoras.
Puedes usar un SPF50 y retocarlo una vez al día, así como elegirlo con el tono y la textura que más te guste.
Cómo empezar a tener una rutina de cuidado facial: Los 3 pasos básicos
Si a penas te estás adentrando en el mundo del cuidado de la piel y no sabes cómo empezar, no tienes de qué preocuparte. Para que la piel esté sana y obtengas resultados positivos solo necesitas 3 aspectos fundamentales:
- Una correcta limpieza (agua micelar o jabón facial)
- Una buena hidratación (sérum o crema hidratante)
- Protección solar
Con solo 3 productos puedes iniciar a cuidar, proteger y fortalecer tu piel.
[…] de haber completado una limpieza de rostro completa con agua micelar o tu jabón facial favorito, aplica 3 gotas en tu mano y distribúyelas […]