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El internet de las cosas (IoT) se refiere a una serie de objetos cotidianos conectados a una red de internet.

Hablamos de software, sensores o cualquier otro tipo de tecnología que permita vincularse con otros sistemas por medio del internet.

Estos van desde dispositivos móviles, aparatos domésticos hasta equipos industriales sofisticados. Con la intención de transmitir o recibir datos en tiempo real a través de objetos.

¿Cómo funciona el internet de las cosas?

Los aparatos de IoT son muy comunes verlos en los hogares. Y, por ejemplo, algunos están desarrollados para estar ahí cuando tú no estés en casa.

Pero, para un buen funcionamiento, ha de pasar por un proceso. Por tanto, podemos dividir el internet de las cosas en cuatro etapas esenciales.

1.     Capturar información

El internet de las cosas actúa mediante sensores que permiten a un dispositivo recopilar datos de todo el entorno. Como un video en tiempo real.

2.     Compartir lo recabado

Para ello, se utilizan las conexiones de red. De modo que, los dispositivos de IoT posibilitan el acceso a toda la información mediante una nube.

3.     Procesar todos los datos

Aquí el software es programado para que trabaje según los datos capturados. Tal como cuando quieres que se encienda un aparato o se envíe una advertencia.

4.     Se actúa

Por último, se analiza la información reunida de todos los elementos de una red de IoT. De acuerdo con ello, se puede tomar una decisión y actuar.

Avances tecnológicos del internet de las cosas

La concepción del internet de las cosas no es algo nuevo. Sin embargo, algo que la hace muy práctica es el progreso de varias tecnologías en los últimos tiempos. Entre ellas tenemos:

Tecnología de sensores

La creación de sensores de IoT y su aumento en el mercado, permite el acceso a ellos con precios asequibles. Sobre todo, a la industria de fabricación.

Conectividad

Una suma de protocolos de red para la conexión han sido clave para conseguir una gran transferencia de datos y su eficiencia. Ya que ha facilitado el enlace de sensores a la nube y a otras cosas.

Aprendizaje analítico

Las empresas o negocios pueden reunir datos de un modo más rápido y fácil.

Esto es gracias al impulso del aprendizaje analítico y también automático. Así como la cantidad de datos recopilados en la nube.

La informática en la nube

Al igual que la conectividad, la mejora del cómputo en la nube ha sido parte de la evolución del internet de las cosas.

Y es que puede suministrar poder de almacenamiento y procesamiento de alto volumen.

Por ende, su disponibilidad y las soluciones, permiten a las empresas gestionar mayor volumen y tipos de datos de IoT.

Inteligencia artificial (IA)

Los dispositivos de IoT, junto con la inteligencia artificial, han evolucionado mucho y esto es algo que sigue en auge.

Sin ir muy lejos, tenemos aparatos como el asistente de Alexa que, cada vez, se hace más común encontrarlo en los hogares controlando todo. Entre muchas otras cosas del mundo digital.

En síntesis, con el internet de las cosas, ahora podemos conectar casi cualquier objeto a través de dispositivos integrados. Así, se pueden automatizar decisiones y acciones.